El ritmo desbordante, las metáforas deslumbrantes y el empleo sugestivo, seductor y colorista del lenguaje, se unen aquí en su forma más madura a los descubrimientos métricos y rítmicos de extrema musicalidad. El resultado son poemas que parecen excelsas sinfonías. Su esteticismo y sus temas habituales vuelven a aparecer en este libro en su forma más madura, con la novedad de presentar algún velado reproche político a las ambiciones estadounidenses en Latinoamérica (invasión de Panamá en tiempos de Roosevelt), contraponiendo una visión nostálgica y espiritualista de España a la depredación materialista de Estados Unidos. No obstante, el mismo poeta puntualiza que su interés en estas cuestiones reside en que son muestras de algo "universal". Destacan, entre otros, los poemas "Canción de otoño en primavera", "No obstante...", "A Phocás el campesino", "Nocturno" (dos poemas), "Soneto autumnal al marqués de Bradomín", "Allá lejos" y "Lo fatal", en los que la musicalidad se reduce para adecuarse a un tratamiento mucho más impresionista y colorista, con mayor transmisión de emociones más hondamente humanas. Biographische Informationen Rubén Darío (Metapa, 1867-León, 1916). Nicaragua. De verdadero nombre Félix Rubén García Sarmiento, Rubén Darío nació el 18 de enero de 1867, en la pequeña aldea nicaragüense de Metapa. Sólo un mes después, la familia se trasladó a León (Nicaragua), sin mejorar allí apenas su precaria situación económica. De ascendencia española e indígena, Rubén recibió en gran parte su primera educación en casa de un tío abuelo suyo, el coronel Ramírez y Bernarda Sarmiento. En 1881, acabados los estudios en León, y habiendo publicado ya algunos poemas con el apellido Darío (nombre de pila de un antepasado), Rubén marchó a El Salvador, donde trabó amistad con el poeta Francisco Gavidia y avanzó en sus descubrimientos poéticos. En 1883 Intro -- Créditos -- Presentación -- La vida -- A Nicaragua A la República Argentina R. D. -- Prefacio -- Cantos de vida y esperanzaI. Yo soy aquel que ayer no más decía -- II. Salutación del optimista -- III. Al rey oscar -- IV. Los tres reyes magos -- V. Cyrano en España -- VI. Salutación a Leonardo -- VII. Pegaso -- VIII. A Roosevelt -- IX. ¡Torres de Dios! ¡Poetas! -- X. Canto de esperanza -- XI. Mientras tenéis, oh negros corazones -- XII. Helios -- XIII. «Spes» -- XIV. Marcha triunfal -- Los cisnes -- I. Qué signo haces, oh cisne, con tu encorvado cuello -- II. En la muerte de Rafael Núñez -- III. Por un momento, ¡oh cisne!, Juntaré mis anhelos -- IV. ¡Antes de todo, gloria a ti, Leda! -- Otros poemas -- Retratos -- II. Por el influjo de la primavera -- III. La dulzura del ángelus -- IV. Tarde del trópico -- V. Nocturno -- VI. Canción de otoño en primavera -- VII. Trébol -- VIII. «Charitas» -- IX. No obstante... -- X. El verso sutil que pasa o se posa -- XI. Filosofía -- XII. Leda -- XIII. Divina Psiquis -- XIV. El soneto de trece versos -- XV. ¡Oh, miseria de toda lucha por lo finito! -- XVI. A Phocas el campesino -- XVII. ¡Carne, celeste carne de la mujer! Arcilla -- XVIII. Un soneto a Cervantes -- XIX. Madrigal exaltado -- XX. Marina -- XXI. Cleopompo y Heliodemo -- XXII. ¡Ay, triste del que un día...! -- XXIII. En el país de las alegorías -- XXIV. Augurios -- XXV. Melancolía -- XXVI. ¡Aleluya! -- XXVII. De otoño -- XXVIII. A Goya -- XXIX. Caracol -- XXX. Amo, amas... -- XXXI. Soneto Autumnal -- XXXII. Nocturno -- XXXIII. Urna votiva -- XXXIV. Programa matinal -- XXXV. Ibis -- XXXVI. Thánatos -- XXXVII. Ofrenda -- XXXVIII. Propósito primaveral -- XXXIX. Letanías de nuestro señor Don Quijote -- XL. Allá lejos -- XLI. Lo fatal -- Libros a la carta.
|