Frontmatter -- Índice -- Introducción -- La reinvención amerindia del cristianismo -- Del Indi a transportato per pittura nella Spagnia. Pinturas de flora mexicana en la contribución de Pier’Antonio Michiel a la botánica moderna -- Larga duración e historiografía desafiante. La escuela aymara -- De anfitriones a invitados. Reflexiones antropológicas en torno a un programa de turismo para indígenas en Cuzco -- Patria, socialismo, chucha, o muerte. Utopías descompuestas en el Noroeste Amazónico -- El triunfo del fracaso. De cómo algunos grupos indígenas amazónicos adaptan los proyectos para el progreso -- Pensamiento amazónico, chamanismo y modernidad -- Santos modernos. La doble incorporación de la Virgen de Montserrat en el pueblo de San Juan Sacatepéquez (Guatemala) -- Artes domésticas y composiciones de lo indio en la modernidad Veracruzana -- Buenas nuevas para otro futuro amerindio -- Sobre los autores ¿Las culturas amerindias han aportado algo a la modernidad (o a la postmodernidad)? Hacerse esta pregunta implica desatender a otra más común y con respuestas más trilladas: cómo la modernidad ha afectado, o afecta, a las culturas amerindias. En esta segunda pregunta se están presuponiendo algunas cosas discutibles, por no decir erróneas. La primera es que las culturas amerindias son “tradicionales”, lo que vale decir “conservadoras” y, por tanto, remisas a la aceptación de innovaciones. Pero esto no es así y en la medida en que existen registros históricos de hace más de cinco siglos, nunca lo ha sido. Por el contrario, los pueblos indígenas americanos han sido siempre sorprendentemente abiertos a incorporar cualquier novedad (fuera de la clase que fuera: desde el caballo o la oveja a la figura protectora de la Virgen María, pasando por las técnicas del telar de pie o por las concepciones joaquinistas de la historia). Por otro lado, la citada pregunta convierte a los pueblos amerindios, tácitamente, en receptores pasivos de creaciones que se generan fuera de sus ámbitos de acción. Sin embargo, lo que han hecho siempre ha sido lo contrario: modificar a su aire, conforme a sus parámetros estéticos y sociales, aquello que les ha interesado de la oferta foránea. Lo que así se ha transformado, la versión amerindia, pasa a constituir con frecuencia una aportación significativa al repertorio global de bienes, conceptos o valores. Esto es, lo que ha servido de fundamentación para nuestra pregunta y para las respuestas que damos en este libro. ¿Qué están aportando las culturas amerindias a la modernidad global? ¿Cómo el contexto amerindio modifica determinados rasgos o elementos de la modernidad? La expresión un tanto enigmática del título, “utopismos circulares”, anticipa el denominador común de las respuestas a ambas preguntas, para lo que se parte de dos premisas: la concepción cíclica, o más bien secuencial, del tiempo en las culturas amerindias, y una predominante pulsión utópica con una análoga sobrevaloración del pasado cultural y social
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